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jueves, 25 de abril de 2013

La magia oscura de Alice in Chains (Por Dan Hedges) - Circus Magazine 1991


Esta es una traducción de el artículo "Alice In Chains's Dark Magic", publicado por la revista "Circus Magazine" en 1991. Agradecimientos de la traducción a nuestra colaboradora Carme Serrá Masoliver


"Como puedes ver, no dibujo demasiado bien," afirma Layne Staley en Atlanta. A bordo del bus de la gira de Alice in Chains, una hora antes de la primera actuación de la banda con Van Halen, el cantante está agachado encima de un bloc de dibujo trabajando meticulosamente en un diseño para su próximo tatuaje.
Aunque no es la calavera común y corriente o  el retrato de Axl Rose. El diseño de Staley es tribal. Es abstracto y primitivo – una especie de símbolo circular de protección. De magia y de suerte.

Para Staley, el guitarrista Jerry Cantrell, el bajista Mike Starr y el batería Sean Kinney, la magia ya funciona. Sin duda, muchas bandas han gozado de un éxito mayor mucho más rápido. El álbum debut de Alice in Chains, Facelift, ha sido disco de oro tras un año de su lanzamiento.

Pero los seguidores de la banda de Seattle están aumentando. La prensa les aclama.
Liderados por la escalofriantemente majestuosa voz de Staley, el sonido de Alice in Chains no tiene nada que ver con los tópicos riffs de Sunset Strip o con nauseabundas baladas, y en cambio tienen todo que ver con emociones oscuras y hostiles. Cuando empieza la música, se detiene la fiesta. La banda no podría hacerlo de otra manera.
"La forma en que escribimos es terapéutica” revela Staley. “Saca al exterior las cosas oscuras, la frustración”.
La oda oscura de la banda al confinamiento, "Man In The Box," ha conseguido una gran reacción en sus actuaciones. Sin embargo, Staley siente que "Love, Hate, Love" y "Confusion" tocan mucho más la fibra sensible. “Hablan sobre relaciones” dice. “Pero la gente tiene sus propias ideas. "Love, Hate, Love" fue escrita acerca de una chica a la que yo trataba mal y no sabía cómo detener ese comportamiento." 

Atrapado en un círculo que se repetía y se volvía a repetir.

"Exactamente. Así que escribí una canción sobre lo estúpido que fui. Me ayudó a detener ese patrón de comportamiento."

"Sigo sintiendo las mismas emociones, pero ya me ocupé de los sentimientos originales. Ahora tengo nuevos obstáculos que saltar”. Mira por encima del bloc de dibujo y sonríe. “Aunque no soy una persona depresiva." 

En realidad no hay motivos para estar deprimido. Como observa Staley, el lento ascenso de la banda, en tres años,  les ha dado a los cuatro una visión más realista de la vida del rock. "Cuando vivíamos en un apartamento de una sola habitación”, dice “ éramos optimistas, ‘Venga, vamos a por ello. Cautivaremos al mundo’ Pero desde el contrato con la discográfica, a la realización del álbum, a las primeras actuaciones y cosas como la gira de Clash of the Titans... el encantamiento ha desaparecido.  Es más bien algo así como, ‘Esto es lo que hacemos. Lo hacemos lo mejor que podemos’.'" 

El batería Sean Kinney asiente. "Estábamos más desbordantes en nuestra primera gira, saltábamos de alegría," dice. "En la segunda gira ya no era esa novedad  - aunque cuando estoy en casa, no sé qué hacer. Me siento inquieto. Durante la gira tengo cosas que hacer. En casa es como si no tuviera nada que hacer" 

Para algunos músicos, el tiempo de ocio les conduce a adquirir hábitos autodestructivos. Incluso Staley admite que, hasta hace un año, "Estaba muy fastidiado. Las drogas, acostarme con chicas… me encantaba. Pero esas cosas ya no me parecen tan glamurosas. Llegaron al punto en que las odié y busqué otras cosas que hacer con mi tiempo, no quiero echarme a perder”.

Esto no quiere decir que Alice in Chains se haya unido al clero. Pero la banda ha dedicado casi todo el tiempo que ha estado fuera de los escenarios a trabajar en material nuevo como continuación de Facelift, mientras Staley sigue canalizando sus estados de ánimo en sus letras.  "Letras, pensamientos, poemas”, dice. “Desde que he dejado de sedarme, la realidad me ha golpeado como un mazazo. Tengo pensamientos que desearía no tener, que me perturban, y eso es lo que escribo.
Me asusta, pero lo saco." 

Si  Alice in Chains se abrirá paso en el 92 es una cuestión de suerte. Y de magia.
Pero como dice Layne, "Ahora mismo estoy exactamente en el punto en que siempre había soñado estar. Cuando era más joven pensaba  'Rico y famoso… montones de coches… un barco…'  No tenemos eso. Pero hace dos años teníamos que intentar juntar un dólar para un hot dog de 7-Eleven. Ahora pagamos nuestras facturas y hemos conseguido un cierto reconocimiento .



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